jueves, 16 de julio de 2020

Arráncame la piel

He deambulado hondo en mis pensamientos,
sólo para tomar, por última vez, 
los delicados vértices
que comprenden y tejen
 tus dedos con los míos.

 Arranca de mí el peso 
de un amor a cuenta gotas, 
de quererme un sábado,
besos amargos un domingo.

Despertarme sin ti un lunes.

 Comienza a borrar en mí toda resaca que 
lo único que evoca es la repetición 
del sabor de tu carne cuando el sol se pone 
y tus dedos caen sobre las terribles curvas 
de mi expuesta alma. 

 Arráncame la piel sin piedad.
He estado sumido bajo el agua mucho tiempo 
y no quiero más inviernos 
sin cobijos que tengan composición de ambos.

 Me niego a (sobre)vivir primaveras 
bajo roces de pétalos que no sean igual 
a tus descuidadas carcajadas.


Desencájame.