Empecé a creer que
realmente estaba rota cuando te vi.
Cuando te vi y no era conmigo.
Cuando tus manos se
entrelazaban con otras que no eran las mías.
Cuando tus sonrisas
las provocaba ella.
Cuando era ella la que te besaba
en aquella galaxia que tenías por labios.
Me rompí al llegar a
casa y ver que no eras tú el que me recibía.
Grité;
Lloré;
Desgarré;
Caí.
Acabé aplastada sobre
la que solía ser nuestra cama.
Sobre millones de
risas que ahora sonaban a nostalgia.

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