Todo pareció explotar. Mi cabeza hasta entonces llena de mariposas, se rompió. Las ilusiones de verte, terminaron. Todo dejó de tener significado.
Jamás me imaginé tumbada en esta cama sin sentir tu cuerpo respirando al compás que el mío, tus abrazos en las noches de frío como estas, que solían apaciguarme.
Verte marchar fue duro, no te voy a mentir. Ahora acallo mis problemas con una hoja de papel en vez de contartelos a ti. Ya nadie tatua en mi alma como tú lo hiciste. En ella, tus besos, caricias, susurros quedan grabados, pero, poco a poco, mi alma muere.
Ya no pienso, ya no reacciono. Soy un cuerpo que va dando tumbos, mientras cae una y otra vez, debilitandose. Y quizá me espere un caída libre y después me estampe contra el suelo... ¿Y qué? Dudo que me importe. Caer, morir, desaparecer. Esas palabras cobran sentido ahora, todo parecería más ameno si simplemente dejara de pensar, si todo se esfumara.
Debo soltarlo, dejarlo ir...pero si todo eso se va, también yo emprenderé el viaje.

No hay comentarios:
Publicar un comentario