viernes, 4 de septiembre de 2015
Sentimientos de papel.
Y hoy, con la mirada fría hacia cualquier lugar a través de esta ventana, puedo sentir el insólito vacío. Siempre hablo del frío, pero la verdad es que lo que comienza congelando, termina quemando. Y yo, soy una llama, con raíz de hielo.
Y recordarte entre todo el desastre que me forma a mí me entristece. ¿Por qué dejaste de hacer música en mis oídos cuando tu risa se pronunciaba? ¿Por qué terminaste de quitar lágrimas y apartar los cabellos de mi rostro? Eres ese sentimiento que en mí todavía se proclama entre miles. Porque si me hablan de amor, automáticamente aparece una rosa clavada en mi mente, cuales espinas me hacen sangrar y tu nombre grita victorioso entre los pétalos que relucen.
Dejaré entonces de imaginar tus pestañas que revoloteaban cuales alas de mariposa adulta, cuando me mirabas tan de cerca. La manera en la que susurrabas en mi oído que nunca me dejarías escapar, que ante todo pronóstico preferías morir antes de dejarme volar por mi cuenta.
Hoy me gustaría reclamarte que jamás nadie me hará sentir esto. Sentimientos que afloraron de mi corazón y ahora, simplemente son de papel.
Y el fuego que rodea mi corazón, aún a mi pesar, quemará cada letra compuesta frente a esta ventana, convirtiendo así todos aquellos sentimientos en solemne ceniza, que libre, volará.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario