que ciernen en mí tu fugitiva mirada.
Tan de madera, que sueno a chasquido si lloro
los sentimientos que prenden con tu vacío fuego.
Era bonito.
Y tanto te quería.
El infierno pasaba entre las ventanas
y se colaba en mi cama a hacerme compañía
mientras de ti mi yo se sedaba
Y mi mente seguía.
Hasta con el eco de tu fuego
escuchaba a modo de recuerdo
a Marc Seguí cantando
y lo fuerte que marcabas tu ego.
Era tanto.
Y te quería bonito.
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