Es el manejo ágil que hay en tus dedos, deslizándose con cuidado sobre mi espalda.
Es el movimiento de tus caderas, atrayendo las mías, fabricando una perfecta danza.
Son los lunares que decoran tus pómulos.
Tu abdomen en el que mis manos se deslizan.
Es tu corazón intacto rompiendo el mío.
Otra vez.
Son mis lágrimas.
El mapa fracturado que ambos construimos.
Es el acantilado donde el miedo se esconde y la rabia fluye.
El frío de mi cuerpo.
La cama vacía sin motivo.
La melodía melancólica.
El adiós escrito en letras cursivas.
Es el poema donde nada se entiende.
Somos nosotros descubriéndonos.
Somos nosotros, pero sin el nosotros.

No hay comentarios:
Publicar un comentario